miércoles, 1 de abril de 2015

Phoen: army of me

Stand up
you've got to manage
i won't sympathize
anymore

Phoen cae al suelo, arrastrada por la corriente helada, choca contra una lápida y reprime un grito. Levanta la cabeza justo en el momento en el que una nueva ráfaga de aire se disparada directa hacia ella y la esquiva a duras penas. Jadea, está cansada y le arden los músculos de todo el cuerpo y eso que la batalla acaba de empezar. Mira a su oponente, es un espíritu maligno de los que pueden tomar cualquier forma que se les antojase... argh, no recuerda su nombre ni nada más de sus habilidades; ahora entiende por qué Sebas se pasa todos los día pegado a los libros de texto... o algo así.
Suspira, decide acabar ya con todo esto. Sigue corriendo por el cementerio, esquivando los ataques de distancia del demonio, se esconde detrás del panteón de los Gautier y cierra los ojos. Nota que el aire se enfría a su alrededor, respira lenta y profundamente. 
Ahora ya lo siente, el poder se dispara desde lo más profundo de su ser, primero lentamente y después de golpe. Su cabello pierde su brillo rojizo y adquiere uno plateado que quema la goma que lo retiene y se eleva desafiando la ley de la gravedad.

You're allright
there's nothing wrong
self-sufficience please!
and get to work

—¡Ya es hora de divertirnos, Brisingr!— Sus ojos crepitan de la emoción.
Sale de detrás del panteón en el preciso momento en el que una bola de nieve lo destruye.
—Ay, jolines, me tocará a mí reconstruirlo. Maldito demonio, ¡me las pagarás!
—Vamos, Phoen, eso no es nada, concéntrate. No todos los días se mata a un demonio.
—Exacto, idiota. ¡Brisingr, ARDE!

You're on your own now
we won't save you
your rescue-squad
is too exhausted

Phoen corre lo más rápido posible directamente hacia el demonio, con la espada en mano derrite las bolas de nieve que le lanza su oponente. Quiere acabar de una vez por todas, Sebas se enfadará si no se presenta en cinco minutos a cenar. Salta dejando que una bola de nieve destroce otras tantas lápidas a su paso y salta dando un grito.

And if you complain once more
you'll meet an army of me

Aterriza sobre el monstruo que choca bruscamente sobre el suelo, saca a Brisingr de su pecho y como por arte de magia, el enorme demonio desaparece de debajo de sus pies. Envaina a la espada de cristal y su pelo y ojos vuelven a la normalidad. Se ríe con ganas hasta que escucha una voz a sus espaldas.
—Veo que te diviertes mucho, Phoen.
Oh, mierda, es Sebas. Se gira hacia él y sonríe avergonzada.
—Vale, vale. Lo sé, prometo arreglar todo esto— dice señalando a su alrededor.
Sebas la mira y levanta una ceja, expectante.
—Oh, vamos Sebas. ¿Que no ves los destr...?
Se queda muda al ver que todo está en su sitio, incluso el panteón de los Gautier está en pie y entero.
—Si has acabado tu turno de noche, vamos adentro que la cena está preparada.
Y tras esto, Sebas se dirije hacia la casita.
Phoen agarra fuerte su espada de madera y lo sigue, cabizbaja.
—Algún día me creerás, Sebas.
Éste la mira con dulzura y tras poner los ojos en blanco, le dice con una voz demasiado dulce para él.
—Cuéntamelo, entonces, pequeñaja.
Phoen comienza su asombroso relato de cómo ha conseguido derribar a un malvado demonio con la ayuda de su espada de cristal, Brisingr. En la zona más alejada de la verja, se halla una mancha negra que se evapora poco a poco con la luz de la luna y a su lado, los restos de lo que una vez fue una goma de pelo.

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