Cierra lo los ojos. Respira, toma tu tiempo. Sé que ha pasado mucho tiempo. Tanto tiempo que puede que hayas olvidado cómo lo hacías.
Cierra los ojos. Respira hondo, no te preocupes por el tiempo. Te estás ahogando, lo sé porque tú lo sabes. Pero respira.
Si cierras los ojos, te encontrarás con la negrura. No está totalmente oscuro aquí. Hay matices, hay luz si sabes dónde mirar. Te puede parecer todo igual. Das mil vueltas, corres, recorres caminos difícil y sin embargo, parece que vuelves al punto de inicio. No quiero darte falsas esperanzas, pero considera esto: te equivocas.
Intentas mantenerte al margen, ser imparcial, objetividad es tu nuevo lema... pero te engañas. Tus emociones son imposibles de reprimir y aunque creas que lo has logrado: eres una nueva persona, libre de tormentos... de tormentas y huracanes; sabes que en el fondo, en la superficie y bajo tu tostada piel: solo eres restos de una lluvia ferozmente despiadada.
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